Golpes en la Soledad
El boxeo es una batalla contra uno mismo. Días de entrenamiento en silencio, golpes contra el saco, madrugadas de carreras solitarias. En el ring, la multitud grita, pero el boxeador solo escucha su respiración y el eco de los golpes.
Aquí no hay espacio para la duda. Cada caída duele, cada derrota pesa, pero siempre hay que levantarse. El boxeo no es solo fuerza, es resistencia, es aguantar cuando todo duele. Es saber que la pelea más dura no es contra el rival, sino contra uno mismo.

















